En el contexto del primer curso MOOC que organiza el INTEF, creo estar dando pasos decididos para intentar convertirme de un docente conectado a un docente en_red_(ado). Veamos.
No es que sea nuevo en las redes sociales, de hecho llevo en ellas desde hace ya unos cuantos años, la novedad consiste en la consciencia de mi existencia en ellas, en el empeño de intervenir con más frecuencia y en más campos de interés, en la apuesta decidida en tratar de aprovechar su potencial para mejorar mi competencia digital, mi destreza docente y mis conocimientos sobre las tecnologías de la información y la comunicación. Espero, además de poder enriquecerme en los temas de mi atención preferente, compartir con la comunidad de usuarios en general, y de docentes en particular, diferentes opiniones, ideas, recursos, intereses, experiencias e informaciones.
No es que sea nuevo en las redes sociales, de hecho llevo en ellas desde hace ya unos cuantos años, la novedad consiste en la consciencia de mi existencia en ellas, en el empeño de intervenir con más frecuencia y en más campos de interés, en la apuesta decidida en tratar de aprovechar su potencial para mejorar mi competencia digital, mi destreza docente y mis conocimientos sobre las tecnologías de la información y la comunicación. Espero, además de poder enriquecerme en los temas de mi atención preferente, compartir con la comunidad de usuarios en general, y de docentes en particular, diferentes opiniones, ideas, recursos, intereses, experiencias e informaciones.
Aunque no todas las redes sociales son igualmente útiles para conseguir los fines que acabo de explicitar, usaré aquellas que se vayan definiendo como más dinámicas, productivas e interesantes.
Hay un acuerdo bastante generalizado en que la red social que mejor cumple con las características necesarias para alcanzar los empeños anteriormente reseñados es Twitter. Precisamente sobre la cuenta que el INEE tiene en esta red social versó la presentación que hice dentro de las tareas del apartado 3 de la unidad dos del curso.
Para terminar una reflexión. Al hilo de la presentación del programa Erasmus+ que tuvo lugar la semana pasada, creo oportuno poner en consideración de la comunidad educativa la siguiente propuesta: iniciar un programa de intercambio entre el profesorado de las diferentes Administraciones educativas españolas para ofrecer la posibilidad de poder impartir docencia en un centro educativo de otra Comunidad autónoma durante un curso escolar. El objetivo sería el conocimiento de otra realidad educativa, el intercambio de experiencias y formas de entender el hecho educativo, el conocimiento de las diferentes cosmovisiones que sobre la enseñanza afloran en las distintas Comunidades y poder enriquecer y acrecentar la experiencia del profesorado participante.
Que yo sepa no hay ningún programa de este tipo y considero que su puesta en marcha no supondría más problemas que la necesaria voluntad política y la correspondiente coordinación administrativa entre las unidades de las diferentes administraciones educativas.
¿Por qué un/a profesor/a de Vilalba, Burgos, Cádiz, Plasencia o Zaragoza, por ejemplo, no puede intercambiar su puesto de trabajo, si asi lo desea, con otro/a profesor/a de su misma especialidad y nivel educativo de diferente comunidad y administración educativa? ¿Acaso las ventajas que de ello se derivarían no compensarían suficientemente las necesarias tareas de programación y coordinación? Además, siendo el programa obviamente voluntario para el profesorado, el coste para las Administraciones educativas sería nulo o muy pequeño.
Como diría un buen amigo mío, "no dejen caer estar iniciativa en saco roto".
Para terminar una reflexión. Al hilo de la presentación del programa Erasmus+ que tuvo lugar la semana pasada, creo oportuno poner en consideración de la comunidad educativa la siguiente propuesta: iniciar un programa de intercambio entre el profesorado de las diferentes Administraciones educativas españolas para ofrecer la posibilidad de poder impartir docencia en un centro educativo de otra Comunidad autónoma durante un curso escolar. El objetivo sería el conocimiento de otra realidad educativa, el intercambio de experiencias y formas de entender el hecho educativo, el conocimiento de las diferentes cosmovisiones que sobre la enseñanza afloran en las distintas Comunidades y poder enriquecer y acrecentar la experiencia del profesorado participante.
Que yo sepa no hay ningún programa de este tipo y considero que su puesta en marcha no supondría más problemas que la necesaria voluntad política y la correspondiente coordinación administrativa entre las unidades de las diferentes administraciones educativas.
¿Por qué un/a profesor/a de Vilalba, Burgos, Cádiz, Plasencia o Zaragoza, por ejemplo, no puede intercambiar su puesto de trabajo, si asi lo desea, con otro/a profesor/a de su misma especialidad y nivel educativo de diferente comunidad y administración educativa? ¿Acaso las ventajas que de ello se derivarían no compensarían suficientemente las necesarias tareas de programación y coordinación? Además, siendo el programa obviamente voluntario para el profesorado, el coste para las Administraciones educativas sería nulo o muy pequeño.
Como diría un buen amigo mío, "no dejen caer estar iniciativa en saco roto".
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